Jesús el Cristo, el Salvador del Mundo. Aquel gran Ser que cumplió sagrada misión en Palestina, tuvo que recapitular Iniciaciones para llegar a convertirse en la ENCARNACIÓN del CRISTO CÓSMICO. Semejante grado de realización no es siquiera sospechado por la ignorante chusma que cree saberlo todo y conocerlo todo.

Jesús, ese hombre verdadero, como todos aquellos que recorrieron el sendero de las terribles Cristificaciones, hicieron carne y sangre de las Secretas Enseñanzas recibidas de sus sabios instructores, de sus Maestros, de sus gurús INMORTALES. Fueron esos ocultos instructores que dieron las cátedras necesarias para preparar a Jesús para que éste llegara a ser el verdadero Superhombre que alcanzó a ser y ES.

Entre las prácticas realizadas por nuestro gran y venerable Maestro Jesús, están los diferentes ejercicios esotéricos para despertar y desarrollar sus facultades naturales y ocultas como la telepatía, clarividencia, levitación, recordar vidas pasadas, teletransportación, invisibilidad, etc., etc., con los cuales realizó asombrosos milagros y prodigios.

Semejantes poderes y otros más aún y completamente ignorados y peor sospechados, fueron cultivados por este terrible jerarca de la Logia Blanca.

Sin embargo, una de las prácticas que permitió tal DESARROLLO INTERIOR del Iniciado y Maestro Jesús el Cristo, fue sin duda la vivencia del Gran Arcano, del Arca de Salvación, del Arca Noética, la Gran Obra, el Magnus Opus, el Arcano A.Z.F., el Udwareta Yoga, y otras denominaciones, unas conocidas y otras no tanto, para designar aquella práctica del Arcano Solar, o la Magia Sexual, entre un varón y una mujer, unidos en Bodas, en que se transmuta el plomo de los vicios y defectos, en el ORO de la VIRTUD y el PODER, enseñado también por los mal comprendidos Alquimistas de la época medieval.