1. Ya en su lecho, el estudiante podrá si así lo prefiere, practicar un ejercicio de autosugestión y se dirá a sí mismo; "Esta noche, a las 2 a.m. o (cualquier hora) me haré presente en mi cuerpo astral en (el lugar convenido) y me daré perfecta cuenta de ello, despertaré plenamente mi consciencia astral, e identificaré a (la persona con quién se va a realizar la experiencia)... y juntos nos dirigiremos a los Templos de la Gran Logia Blanca.

Esta autosugestión deberá repetirse muchas veces, de modo que quede muy bien grabado en la subconciencia; luego el discípulo deberá visualizar, Ver el lugar de la cita y adormecerse pensando en la práctica dada.

Para el éxito de este ejercicio, no está de más advertir que es necesario que las personas que quieran proyectarse astralmente hacia el lugar convenido, sean preferiblemente aspirantes a la Orden Rosacruz, ya que otro tipo de personas no aceptaría en la práctica realizar todo el ejercicio.

El trabajo de "Autosugestión" deberá ser realizado en forma muy positiva, de modo que cada juicio llegue a obligar al subconsciente a manifestarse en la hora señalada, y este se haga consciente en el momento de llegar al sitio indicado.

2. Una vez lograda la proyección de esta manera, el estudiante no debe perder el "tiempo" en razonamientos vacíos, y vagos que a nada conducen.
La hora señalada, el sitio indicado, el encuentro previsto, la práctica bien realizada, es el momento preciso en que el discípulo o ambos invoquen a su Padre-Madre y pidan ser llevados ante los Templos de la Orden Rosa Cruz.

Al despertar, el estudiante no deberá moverse de su lecho, sino tratará de recordar todas sus experiencias.
La práctica indicada también puede hacerse en grupo, a condición de que todos vivan con seriedad estas enseñanzas y haya una firme resolución de vivirlas.

¡Practicarlas exhaustivamente y hasta el logro final de un éxito sin precedentes en el despertar de la conciencia!

Con cualquiera de las prácticas de proyección astral, el discípulo podrá llegar hasta los Templos de la Rosacruz.

Tan sólo se requiere practicar y perseverar en la práctica.

Todas conducen de una manera u otra hasta el maravilloso universo astral y hasta los Templos de la Logia Blanca