Más de uno se preguntará: ¿Por qué dedicar un libro de esta naturaleza a seres que propiamente todos ignoran quienes son?
Realmente los Venerables Logos Samael y Michael son plenamente desconocidos por todos los que a sí mismos se denominan con el calificativo de "seres humanos", pero son realmente conocidos por quienes tras el silencio de sus majestuosas realizaciones se transforman en verdaderos hombres. Solamente los verdaderos HOMBRES conocen de VERDAD a esos majestuosos y divinales MAESTROS DEL FUEGO Y LA LUZ quienes, desde antiquísimos tiempos, son conocidos como los Venerables LOGOS RECTORES de los planetas MARTE y SOL, respectivamente.
Dedicamos este libro: La Orden Rosacruz – El Orden de Melquisedec, a los LOGOS SAMAEL y MICHAEL, divinales lumbreras de la CONSCIENCIA CÓSMICA UNIVERSAL, conocidos por todos los que realmente son SERES HUMANOS, y desconocidos totalmente por toda aquella gran muchedumbre de bestias racionales que creen ser "imagen y semejanza de Dios".
Nuestra dedicatoria es propiamente un agradecimiento, una manera muy tridimensional de reconocer que todo lo que aprendimos, recapitulamos, conocimos, vivimos y exponemos en el presente texto, se lo debemos a las terribles y majestuosas cátedras que recibimos de esos grandes y maravillosos Seres: MICHAEL y SAMAEL.
Cabe también reconocer y a la vez agradecer, la gran dedicación mostrada por el Maestro WIRACOCHA para que mis esfuerzos iniciales por lograr el ENCUENTRO con la VERDAD, tengan el éxito ansiado. Mucho debo al Venerable Hijo del LOGOS MICHAEL por haberme encaminado en el sendero ígneo de la increada Luz.
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