QUIEN SE CONSIDERA RELIGIOSO, NO SOLO PONE FRENO A SU LENGUA, SINO, QUE ES
DUEÑO Y SEÑOR DE SU PALABRA, DE SUS ACCIONES Y DE SU SEXO.
CUALQUIER ESCLAVO DEL ORGASMO EPILEPTOIDE, ES UN ESCLAVO DE SU LENGUA, DE SU
VICIO DE FORNICACIONES, EL RELIGIOSO NO CREE, TIENE CONCIENCIA DE SU RELIGIÓN,
DE SU FE, DE SU VIDA, Y DE DIOS.
QUIENES »
CREEN » EN DEIDADES FABRICADAS POR LAS RELIGIONZUELAS, SIMPLEMENTE SE
CREEN RELIGIOSOS, SE CREEN SALVOS, SE CREEN HUMANOS, SE CREEN HIJOS DE DIOS, Y
JAMÁS POR SUS MENTES LES PASA LA IDEA DE QUE SON SIMPLES FRUTOS DEL ORGASMO
SEXUAL, DE UNA EYACULACIÓN SEMINAL.
CREEN » EN DEIDADES FABRICADAS POR LAS RELIGIONZUELAS, SIMPLEMENTE SE
CREEN RELIGIOSOS, SE CREEN SALVOS, SE CREEN HUMANOS, SE CREEN HIJOS DE DIOS, Y
JAMÁS POR SUS MENTES LES PASA LA IDEA DE QUE SON SIMPLES FRUTOS DEL ORGASMO
SEXUAL, DE UNA EYACULACIÓN SEMINAL.
QUIENES VIVEN UNA VIDA «NORMAL» DE ORGASMOS EPILÉPTICOS, NO PUEDEN
CONTROLAR SU LENGUA, Y NO PUEDEN CONTROLARSE A SÍ MISMOS.
QUIEN REALMENTE QUIERA CONTROLAR SU LENGUA, TIENE QUE COMENZAR POR CONTROLAR SU
SEXUALIDAD, CONSTITUIRSE EN SEÑOR Y DUEÑO DE SU SEXUALIDAD, Y JAMÁS MANCILLARSE
CON LA INMUNDICIA ORGÁSMICA.
EDS. KARIM IRHAR
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