Quienes gusten o amen a los gatos y no tengan temor de los felinos en general pueden hacer uso de la siguiente clave:

1- El aspirante que quiera ayudarse a salir conscientemente al cosmos astral utilizando esta clave debe, de principio, ser alguien que respete a los felinos en general y en forma especial ame a esos hermosos animalitos domésticos conocidos como gatos. Quien no respete la vida animal, quien maltrate o pegue, o lastime a esos animalitos de la Diosa Basti, no podrá gozar de los magníficos beneficios que puede obtener de sus poderes ocultos.

2- Todo estudiante del cosmos astral podrá, si es su voluntad, conseguirse una mascota amiga un gatito, debe cuidarle con mucho cariño, enseñarle las normas higuiénicas normales, alimentarlo, cuidarlo, ganarse el amor y gratitud del felino, y podrá hallarse en condiciones de pedirle u ordenarle el favor de lo que lo saque en su cuerpo físico, obvio envuelto en su cuerpo astral. Jamás castigue o haga daño alguno a quien podría ser su mejor aliado en los estudios de los cosmos superiores.

3- Al acostarse, deberá concentrar su atención e imaginación en ese magnífico conjunto de la esfinge de Gizeh y las pirámides de Egipto, deberá compenetrarse de esa atmósfera de místico misterio, e invocar, orar, pedir a la Diosa Basti, en sus propias palabras, y en nombre de Horus, que pueda hacerle el favor de ayudarle a dejar el mundo tridimensional y a desdoblarse conscientemente en su cuerpo astral. Se trata de orar, no de repetir mecánicamente una fórmula. Debe el aspirante sentir amor a esa Diosa desconocida, y solicitarle, rogarle, pedirle, etc., esa gracia de ser "arrebatado" al quinto cielo o al cosmos astral. Tal petición debe hacérsela por varias veces, hasta que se considere que ya la oración ha sido escuchada. La Diosa Basti siempre escucha. 4- Acaricie al gatito, suavemente, y en un momento caulquiera podrá escuchar su ronroneo, instante preciso en el que, podrá pedirle a su preciada mascota el favor de sacarle de su envoltura carnal o física, y que lo lleve en su cuerpo astral a la tierra de los faraones...Adormézcase, duérmase pidiéndole este favor a su ígneo servidor, repetidamente y siempre en nombre de la Diosa Basti.

Ningún felino ama las rejas o el encierro.El cautiverio es la peor de las torturas que puede infrinjirse en contra de estos maravillosos y grandes gatos. Ellos aman la libertad y aman también a los seres que quieren liberarse de la inconsciencia, el sueño, mecanicidad y rutina terriblemente aburridoras en las que se desenvuelven, ellos aman a la criatura humanoide, vale decir al animal lógico, a ese extraño ente que se considera rey de la creación y, por amor, son capaces de lograr los más grandes éxitos en el desdoblamiento del cuerpo astral.